El oído es un
sentido que nos da relación de distancia, comunicación y sociabilidad, ya que
este nos permite estar informado de la realidad que nos rodea, es un sentido de
sobrevivencia, de la alerta y de la comunicación.
El aislamiento
que puede sufrir una persona por la incapacidad de establecer un contacto libre
y normal con otros seres humanos, es una enorme barrera para su total
participación en la vida, lo que en muchos casos produce grandes frustraciones.
·
Incomunicación con el mundo exterior
Al no oír, hay
muchas cosas por las que no puede reaccionar y los demás si, esto pueda hacer
que se sienta abandonado al no entender las reacciones de los demás. Esta incomunicación lleva
frecuentemente a acrecentar un sentimiento de soledad. Todo esto aumenta el
deseo de comunicación social que toda persona posee.
·
Problemas de Atención
La persona oyente, aunque no mire, está escuchando de
fondo pero, la persona sorda no dispone de esta fuente de información, por esto
interrumpe sus actividades para controlar el ambiente de forma visual. Esto es
lo que produce la falta de atención, ya que tiene que centrarse en otras cosas
aparte de sus deberes.
·
Limitación de la Experiencia
Todo
niño se enriquece con lo que ocurre a su alrededor, a través del sonido, las
voces, el diálogo, las conversaciones en familia, etc. Como la persona sorda se
encuentra aislada en su entorno, presenta una mayor inmadurez de experiencias y
cultura. Al carecer de audición no podrá llegar a dominar la realidad como otro
que oye.
·
Acentuada Afectividad
En
general, el sordo presenta una acentuada afectividad, por su situación de dependencia,
aislamiento, dificultad de comunicación y de relaciones sociales en que lo
sitúa su falta de audición. Tiene mayor necesidad de amor, amistad, aprecio y
consideración, una acentuada sensibilidad a los roces con el medio que lo
rodea, es más vulnerable a las emociones, por lo que se afecta con mayor
frecuencia e intensidad.
Desde el punto de vista del desarrollo emocional, la falta de audición
interfiere las condiciones de proximidad, y la facultad de identificar los
sentimientos claramente.
·
Mayor dependencia
Es
en la comunicación donde queda de manifiesto su gran dependencia. El
interlocutor deberá hablar más lento, situarse con la luz de frente, vocalizar
bien, etc. Es por esto que dependerá de la voluntad y paciencia del que habla.
Permanentemente la falta de comprensión del mensaje, le obliga a solicitar su
repetición. En algunas ocasiones requerirá de intermediario, como cuando
necesite hablar por teléfono.
·
Agresividad, Brusquedad
Su limitación
en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a no
comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones. Por ello
mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento, agresividad. En este caso, la
agresividad no se refiere a agredir a otro físicamente, sino a la brusquedad en
sus juegos y/o en su forma de contactarse con otras personas.
Se debe tener
presente que está más expuesto a ser marginado, violado en sus derechos; por lo
tanto, sometido a abusos, injusticias, burlas, etc.
·
Sentimiento de Inferioridad
Los
aportes de la audición, en especial en el aspecto de comunicación oral, son
valorados o sobre valorados por la persona sorda que carece de este sentido;
enfrentada al oyente, hace que desarrolle más fácilmente un sentimiento de
inferioridad, ya que es aquí donde se hace más evidente su dependencia para
establecer una relación comunicativa. A esto, agregamos que está expuesto, al
igual que cualquiera de nosotros, a no tener una oportunidad de ser apreciado
por otras habilidades que posea.
